Los juegos inactivos son inusuales e interesantes, pero confunden a algunos jugadores. Rompen toda la lógica del diseño de un juego con poco impacto del usuario en el juego y largos periodos de inactividad. Sin embargo, siguen atrayendo a nuevos jugadores. Echemos un vistazo más de cerca a estos juegos e intentemos averiguar por qué ocurre esto.

La idea y el concepto

Haces clic en el botón y el número crece. Lo vuelves a hacer y el número crece aún más. Continúa, y descubrirás algo que pondrá en marcha el proceso para ti. Ahora, los números crecen, y puede que ni siquiera estés en el juego. Y entonces, el proceso volverá a empezar. Esta es, de hecho, la idea principal de este género. Pueden parecer muy sencillos, y lo son, pero son muy adictivos, y hay bastante profundidad y diferencia en los estilos de juego.

Aunque hay espacio para experimentos dentro del género, hay algunas características clave del diseño de juegos que se pueden identificar:

  • Tener al menos un número o algún elemento.
  • Este número crece a un ritmo determinado y no requiere la intervención del jugador o requiere poca acción por su parte.
  • El ritmo al que crece el número puede mejorarse para que el proceso sea más rápido.

El ciclo principal consiste en la acumulación de recursos, el gasto constante y la aceleración de los ingresos. Estas son las características que lo distinguen de los juegos que están enteramente diseñados para puntuar.

Uno de los puntos clave de este entretenimiento es el número que puede crecer sin la intervención directa del jugador o incluso su mera presencia en el juego. De ahí que los juegos ociosos recibieran su nombre ya que el jugador abandona un juego de este tipo y más tarde vuelve para recoger lo acumulado en su ausencia.

¿A esto se le puede llamar juego?

Debido a la simplicidad del modo de juego, los juegos ociosos pueden llegar a distorsionar el concepto mismo de juego. Muchos críticos han tachado este tipo de juegos de tontos y descerebrados, al tiempo que reconocen que pueden causar adicción e inducir al trance.

A pesar de todos estos ejemplos y opiniones, los juegos ociosos siguen siendo juegos. Juegos de muchos géneros trabajan con el subconsciente de los jugadores, pero todo esto es secundario cuando se trata de lo que realmente hace a un juego.

En primer lugar, estos juegos no revelan toda la mecánica a la vez, lo que añade un poco de exploración. En la mayoría de los juegos incrementales, el jugador no sabe cuántas mejoras comprar, qué límites tienen los números o a qué velocidad crecen esos números. La exploración de las limitaciones es uno de los puntos de cómo el jugador experimenta el proceso, y este tipo no es una excepción. Aunque parezca simple, a menudo ofrece enormes posibilidades de exploración.

En segundo lugar, a pesar del objetivo inútil de los juegos ociosos (hacer crecer los números), es el proceso de alcanzar este objetivo lo que puede causar adicción. Además, el juego consiste precisamente en optimizar para conseguir el objetivo. En la mayoría de los juegos, los objetivos en realidad no significan gran cosa, pero el proceso en sí de alcanzar esos objetivos suele ser la parte más divertida e interesante del juego.

Los juegos incrementales o clickers han recibido mucho interés últimamente, y puedes estar seguro de que habrá más juegos de este tipo, con un enfoque nuevo y fresco de la mecánica y de la idea en general. No ignore estos juegos, considerando inexplicable el atractivo de su mecánica.